COMPRENDER EL PRESENTE RECORDANDO EL PASADO

Querer verificar la autenticidad de vidas anteriores es como querer probar la existencia del amor, dice Henry Leo Bolduc, regresionista internacional reconocido por sus libros, conferencias y talleres a lo largo de 40 años.

El recuerdo de una vida pasada, como el amor es una experiencia para disfrutar, crecer y desarrollarse, comprender y agradecer. Mientras más lo apreciamos, más información valiosa nos brinda nuestra mente inconsciente.

Una poderosa razón para creer en la teoría de vidas pasadas es la necesidad de aprender de las múltiples lecciones del alma en su viaje hacia la plenitud.

Edgar Cayce, quizás el más grande psíquico de tiempos modernos, hacía lecturas de vidas pasadas a cientos de personas, reportando que todos habían experimentado numerosas vidas y que la mayoría regresaba una y otra vez al mundo físico hasta que sus almas hubieran alcanzado un estado adecuado de desarrollo. El enseñaba que somos más que seres físicos que poseemos un sentido de identidad o ego, somos seres espirituales inmortales que de tiempo en tiempo habitamos temporalmente un cuerpo físico en el plano de la Tierra. Cayce decía que el estudiar y evaluar nuestras vidas nos permitía progresar en nuestra vida actual.

Aunque la creencia en vidas pasadas tiene siglos, los métodos para explorar son modernos. La hipnosis nos presenta un método relativamente nuevo para explorar el "espacio interior", el corazón y la mente en lo más profundo del ser. La hipnosis es una herramienta - un estado de consciencia en que la mente está despierta y el cuerpo dormido.

Me siento muy afortunada de vivir ahora en una era de exploración del alma a través de los procesos inconscientes.

A través de estos viajes interiores, las personas descubren patrones, talentos, aprenden lecciones y cuando están listas, entienden, experimentan y utilizan el perdón.

Es importante, como todo en la vida, definir el objetivo, saber qué quieres, al hacer una regresión. No hay viento favorable para quien no sabe hacia donde va, decía Séneca. Con objetivos claros he guiado a lo largo de casi una década a personas por el camino del corazón a algún tiempo o lugar en que la mente encuentra una historia o metáfora que ayuda a comprender más la vida presente.

Cuando las personas han recurrido a diversas formas de encontrar la solución a situaciones presentes sin poderlo lograr, en ocasiones recurren a una regresión. Encuentran diversos objetivos de sesión y deseos de ir a la raíz de problemas en temas muy variados.

Algunas de las preguntas que se han hecho:

¿Cuál es la raíz de mi fobia a la oscuridad?

¿Cuál es la raíz de mis problemas gastrointestinales?

¿Por qué motivo no he tenido hijos?

¿Cuál es la razón porque no tengo una pareja estable?

¿Por qué la relación con mis padres ha sido tan difícil?

¿Cuál es el origen de mi tendencia homosexual?

¿Por qué motivo soy incapaz de tener dinero?

Cada vez yo misma me asombro con las historias sorprendentemente coincidentes con la situación a resolver en la vida actual.

Historias a veces tan complejas y maravillosas que quizás sólo grandes escritores relatarían pero que la mente inconsciente, nuestro sabio interior, tiene la capacidad de contarnos en sólo minutos para hacernos comprender situaciones actuales que vivimos.

El campo a aplicar es tan vasto que las sesiones resultan fructíferas para la persona y para el regresionista ya que ambos aprenden de la lección e historia que la persona en hipnosis relata.

Aunque son impresionantes los aspectos curativos de la terapia de regresión, el trabajo sigue siendo del alma y del espíritu. La profundidad de las regresiones ha llevado a las personas a descubrir nuevas respuestas a viejas dudas y a solucionar problemas. La mente está lista para conocer grandes secretos haciendo las preguntas adecuadas. Cada mente es un universo lleno de tesoros esperando ser descubiertos.

Sin necesidad de convencer acerca de la validez de vidas pasadas sólo les enseño en conferencias y talleres a buscar en su interior la guía haciéndolo de una manera reflexiva para encontrar las pautas que nuestra mente nos brinda. Existen buenas razones para ser escépticos en todos los campos del descubrimiento, pero también es importante y necesario tener una mente abierta.